martes, 2 de septiembre de 2008

Entrando en Azinhaga

Aquí vemos un turista junto al cartel del pueblo donde nació Saramago.
En otras tierras las patas son más cortas y el susdicho sirve para hacer puntería con la escopeta de perdigones.
Como todo buen territorio de la infancia, Azinhaga auna recuerdos para el premio Nóbel... al tiempo que se convierte en lugar de paso para curiosos y admiradores.

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